La película de animación El rey león lleva en pantalla veintiséis años, ya que se estrenó en 1994. El musical derivado de ella mantiene un éxito que parece no tener fin. Las aventuras de un príncipe heredero que se ha de enfrentar a su malvado tío para acceder al trono que le corresponde podrían relacionarse con obras literarias de Shakespeare y de otros autores.
Más allá de la referencia erudita, la película y sobre todo el espectáculo, que, en principio, parecerían dirigidos al público infantil, en la práctica son disfrutados igualmente por niños y adultos (gracias en gran medida, a las pegadizas canciones de su extraordinaria banda sonora). La historia presenta una imagen positiva de la monarquía como un sistema de gobierno que garantiza la paz y la justicia. En ese sentido y aunque no lo pretenda, El rey león hace una publicidad sin parangón de la institución monárquica.
El protagonista, Simba, en su juventud pasa por el proceso educativo de todo príncipe que ha de estar preparado para su importante labor en el futuro. El padre de Simba muere por proteger a su hijo, dentro también de una tradición donde lo importante es la salvación de la dinastía más que la del individuo.
Solo y desarbolado, Simba deberá enfrentarse con todos los problemas que se le van planteando, contando, como es habitual en cualquier relato, con amigos y enemigos.
Aunque la trama sea ya muy conocida, no nos gusta desvelarla demasiado. Solo insistir en que, en ocasiones, géneros que podemos considerar ligeros, como el cómic, el dibujo animado o el musical, pueden tener una gran repercusión cultural y social en aspectos específicos, como sucede en este caso con El rey león y la imagen positiva de la monarquía.
En Madrid El rey león se puede ver en los siguientes cines y teatros: